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Tu lugar dentro de la oscuridad, como la inocente claridad

viernes, 14 de diciembre de 2012

fanfic projecto 3: G27 parte V

Volví :D
4/??
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Tsuna parecía importarle poco (nuevamente) el estar encerrado, después de todo obtuvo cierta información del mundo exterior como para saciar su curiosidad, además que no era tonto en absoluto. En su armario descubrió que sus prendas estaban todas por sin ningún lado cuando claramente recordaba que así no las había dejado, y eso que siempre hace desorden para reacomodar. Alguien además de su hermano había estado allí con él y estaba deseoso de saber de quien se trataba, así que esperaría a que nuevamente alguien entre y le haga compañía, ya que le era muy aburrido quedarse así. Comenzó a escribir nuevamente en una hoja de papel el como se imagina que es el mundo de allá afuera, sin dejar de lado ningún detalle de los que su hermano le cuenta.

"El último en pie de la batalla, el mundo había caído en manos de la oscura tiranía en la que se cernía el batallón Allure Noir. Todo dependía del héroe del momento y junto a sus fieles guardianes, le harán frente a la maldad que yace en los alrededores del nuevo mundo."

Puntualizó el primer párrafo de su historia y se quedó pensando, el mundo del exterior a pesar de ser terrible, muchos sabían sobrellevarlo y seguir viviendo normalmente, se preguntaba si tenía él esa misma fuerza como los demás para afrontar todos esos oscuros lugares que habían. Suspiró derrotado, dando la razón a su hermano mayor, él jamás podría con lo que le esperaba una vez saliendo de esa habitación, siempre dependería de Giotto y no estaba avergonzado por eso, porque jamás ha aprendido a defenderse, y en cambio ha sabido de la paciencia, la amabilidad, y la comprensión; todas características propias de él, al no conocer lo que es el enojo o la tristeza.

-el mundo exterior si que es aterrador -habló para sí. -¿porqué niisama no hace que sus guardianes también se protejan? ¿porqué no mantienen protegidos a sus hermanos menores? ellos tampoco deben saber como enfrentarse al peligro -alzó la vista para su estantería de libros y sonrió. -se lo debo de decir a niisama cuando lo vuelva a ver, no debe de saber que ellos están indefensos.

Y hablando del Diablo, el rubio tampoco era tonto como para ser ignorante de que sus fieles guardianes hablaban a sus espaldas de algo serio, no sabía qué exactamente, pero tenía métodos para sacarles la verdad ya sea de un modo u otro, y quien mejor para ello que su autoproclamado hermano mayor; Daemon Spade puede ser cruel y despiadado con una poca que se se le provoque, pero también puede ser hasta el mas inofensivo de los cachorritos si se le sabe tratar. Giotto no desperdiciaría los años en los que trató con él para que le ayude en aquella tarea. Lo citó a su despacho muy normalmente, después de citar por puro relleno a G y a Alaude para pedir informes de misiones que obviamente no revisaría, quería despistar lo mejor posible lo que haría. Un par de toquidos secos en la puerta le hizo despertar de sus cavilaciones, dándole el permiso a pasar a quien pronto se asomó un peliazul de mirada afilada y peinado peculiar.

-¿sucede algo, Primo? -entró a paso ligero en la habitación hasta sentarse en las sillas que se situaban delante del escritorio de su jefe.

-es algo serio Daemon -le vio fijamente y se cercioró que nadie mas estuviese alrededor suyo. El aludido ni se inmutó ante la mirada cargada de enojo de Giotto, sabía a lo que iba.

-¿qué tanto me va a costar? -una vez asegurado de que estuviesen solos, soltó de golpe Daemon. -o mas bien, ¿qué tanto pagarás? -sonrió ladinamente.

-quiero que me investigues de qué están hablando los otros muchachos -suspiró para dejar salir la tensión que se formaba. -me ocultan algo y quiero saber que es.

-no sabía que te prestabas para los chismes Giotto -se burló sutilmente aún con su sonrisa.

-no es un chisme cualquiera y como te mencioné, es serio.

-lo que sea que puedan decir los otros o no, debe ser algo que te incluye mucho como para que no tengan la decencia de decírtelo -razonó con su sutileza nuevamente. -quieres saber en qué clase de problemas te están envolviendo ¿no es así?

-¿puedo contar contigo? -le vio con una mirada suplicante.

-¡si compartes el chisme está claro que hasta es gratis! -rió ligeramente mientras se levantaba de donde estaba, si había algo a lo que era débil él, era a la curiosidad, jamás le ha gustado quedarse en suspenso con nada, y su nueva misión incluía su curiosidad que, a cambio de ser saciada no le cobraría a su jefe por la ayuda externa que tal vez requiera.

...

-¿qué? -fue todo lo que la alondra dijo cuando G y Asari se pusieron en su camino, sin darle forma de evadirlos.

-¿qué sabes de Giotto? al grano -demandó G con el ceño fruncido.

-lo que escuché de sus hermanos cuando iba pasando, es todo -simplificó.

-¿qué dijeron ellos? -ahora preguntó Asari, con clara preocupación.

-lo que saben ustedes -se negaba a darles información, por estar molesto por haberse cruzado en su camino.

-Alaude, esto es muy serio así que deja de comportarte como un idiota y di lo que sabes.

-es lo que sé -sin cambiar su expresión continuaba. -sus hermanitos habían dado con la habitación del mocoso que encierra Primo, ¿es eso no?

Ambos guardianes se quedaron viendo unos momentos, sin poder asimilar lo dicho por el rubio cenizo, el cual cabía mencionar que estaba desconcertado, no entendía porque colocaban esa expresión esos dos si eso era lo que se sabía hasta ahora, no quería preguntar pero de todos modos requería saber, para dar por zancada la conversación.

-¿no lo sabían? -arqueó una ceja.

-¿tengo cara de saberlo? -contraatacó el malhumorado G, ahora exasperado.

-¿cómo diste con eso, Alaude? ¿los chicos te lo dijeron?

-no, simplemente los escuché hablar casualmente y di por hecho que estaban hablando justamente de eso el otro día.

-¡¿y te estabas guardando eso?! -el pelinegro estaba conteniendo lo mas que podía al guardián de la Tormenta para que no se abalanzara a la alondra y comenzasen una pelea interminable.

-calma G -intentó ponerlo sobre sus cabales, casi sin éxito hasta que pronunció lo siguiente. -si haces mucho jaleo Primo querrá saber de qué hablamos -aquello lo calmó de inmediato, que dejó de forcejear.

-no estamos como para enfrentar a Giotto de una vez -resopló el pelirrojo.

-mas importante -volvió su vista al rubio cenizo. -¿cómo te estás tomando esto, Alaude?

-¿cómo crees tu? -su faceta de calma estaba ligeramente alterada tras pronunciar esa cuestión. -Giotto está desobedeciendo las leyes constitucionales debidas y las que YO le impuse al momento de unirme a Vongola, si me estoy haciendo de la vista gorda es porque aún no tengo pruebas para un arresto.

-¡¿cómo osas a decir eso, estúpida alondra?! -volvió a agitarse G, tomando al mencionado por el cuello de su chaqueta. -¿arrestarás a Primo, TU JEFE bastardo, por algo que ni siquiera sabes?

-G, un poco de calma -volvió a colocarse en medio Asari, para evitar que la paciencia de Alaude terminase. -sabemos como te sientes, tu eres quien mas conoce a Giotto y que indudablemente lo harás inocente de toda objeción, pero necesitamos saber la ubicación de esa habitación y los motivos suyos que tuvo para encerrar a Tsuna-kun -volteó a Alaude. -¿no que todos somos inocentes hasta demostrar lo contrario? ¿no tenemos algo de tiempo para verificar su inocencia?

-cuentan con tiempo -admitió con algo de desgano, siendo fiel al reglamento. -necesito base y fundamento de peso para justificar la privación de sus derechos a un menor de edad y el derecho fundamental de la libertad... antes de quitarle la suya a nuestro jefe.

Se ganó una mirada fulminante del pelirrojo, tan cargada de odio y dolor que muy apenas logró conmover a alguien tan duro como es el fundador de CEDEF; no es que estuviese hecho de piedra, pero ver a diario tanta maldad en las calles en sus dos profesiones le han hecho incapaz de menguar decisiones ya que el mínimo error lo podría pagar él o su familia o quien sea, por mas malo que fuese aún era humano y protegía y quería muy a su modo a las personas, Giotto era una de esas personas por mas que lo quiera negar y se sentía contrariado y molesto que la persona en quien confiaba plenamente no daría problemas a la ley, está justamente cometiendo el crimen de su vida con su único familiar, cedió la razón a G, de buscar un motivo para que su jefe tuviese ese comportamiento, le conocía lo suficiente como para asegurar que aquello no era normal en él.

Acordaron en ir tras Knuckle y conversar mas calmadamente entre ellos y saber si incluir o no en sus futuros planes a los dos adolescentes implicados. Se retiraron cada quien a la respectiva tarea que tenían encomendada, sin saber que estuvo presente ese ilusionista oculto, dejándose ver una vez seguro que no había nadie mas con él.

-oh... que interesante información me he encontrado -rió ligeramente a la par que desaparecía de la escena.

Sin duda era algo que a Giotto le gustaría escuchar, y él, como buena alma caritativa, le compartiría aquello.
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sé que regreso cada "fin del mundo" pero bueh xD mas vale tarde que nunca no?

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