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Tu lugar dentro de la oscuridad, como la inocente claridad

jueves, 8 de diciembre de 2011

fanfic proyecto 1: B26 parte I

Es que aún no tiene título xD lalala~


serie: KHR
pareja: B26/BelxFran
tipo: yaoi
pronto estará publicado aquí
disfrute aquel que llegue por aquí ;D
.   .   .
-Bel-sempai, ¿me puede mostrar sus ojos?
-claro que no.
-¿porqué? -volvía a insistir el menor con su misma voz monótona y cantarina. -seguramente debe tener unos ojos horribles como para que nadie en su vida los haya visto.


Dicho eso se había ganado una acuchillada por parte del rubio que después del acto se fue indignado, siendo perseguido por su alumno aún con mas preguntas.


-¿porqué a nadie le ha mostrado sus ojos? ¿al menos tiene? -le seguía por detrás, todavía insistiendo acerca de lo mismo.
-claro que tengo, y no son para andar mostrando a cualquiera, después de todo nadie debe ver a los ojos de un príncipe -mas que al otro, trató de convencerse a sí mismo para luego dar un seco "ushishishi" que no  pasó desapercibido por su alumno.
-su hermano, el otro príncipe podrido, tampoco muestra sus ojos, ¿realmente están podridos? -siguió igualando la velocidad de salto en la que iba Belphegor, ya que después de caminar "amigablemente" el rubio decidió irse por el camino mas cansado saltando en las copas de los árboles.
-nadie debe ver a los ojos de un príncipe, aunque él no se convierta en nada -dio un salto un poco extraño donde giró a sentido contrario de Fran y se perdió en la espesura del bosque, deteniendo el andar del mencionado.


Realmente sentía la curiosidad mas y mas latente cada vez que preguntaba por lo mismo, porque además de saber cómo son los ojos de su sempai, también sentía curiosidad de saber porqué actúa de esa manera cada vez que el tema sale a la luz. Antes de darse por vencido de persuadir al genio de Varia, una pequeña idea lo iluminó y mejor se dirigió a la gran casa donde una vez vivió, si alguien sabía hablar mal de su sempai (además de él) era su podrido hermano gemelo, Jill, ¡oh, claro! era el "hermano gemelo mayor clon de un bueno para nada", nombre largo pero al final le gustó así al ilusionista, molestando a los dos hermanos de sobremanera.


Tocó un par de veces esa gran puerta (y mientras esperaba, ¿porqué no? imaginaba si algún día Jill o Bel tendrían el trasero tan grande como para abarcar toda la entrada) hasta que el mayordomo le abrió y al ver que se trataba del chico con gorro de rana le cerró la puerta al acto, molesto por el trato, volvió a tocar pero esta vez con las ganas suficientes de que todo el vecindario despertase (si estuvieran dormidos, claro está). Harto del sonido, por órdenes del otro gemelo el mayordomo que medía lo doble que Fran y pesaba como lo cuádruple, lo cogió de la parte trasera de la chaqueta y lo adentró hasta donde se encontraba el rubio.


-¿se puede saber porqué un idiota como tú está haciendo escándalo en mi hogar? -aunque Fran podía ver la sonrisa de lado a lado de Rasiel, veía en su interior que estaba hecho una furia, pero...
-porque vine a que un príncipe podrido me hablase de otro aún mas podrido -le importó poco, como siempre, ver en ese estado a su anfitrión obligado. -quiero preguntarte algo acerca de Bel-sempai ya que él no quiere hablar.
-¿y que te hace pensar que yo perderé mi tiempo hablando de mi tonto hermano menor? -su expresión confundida no encajaba en su rostro, pero sí la de una molestia severa.
-solo quiero saber el porqué no puedo ver sus ojos, o los tuyos
-¿para esto haces tanto ruido afuera? -ahora estaba molesto otra vez, el peliverde quería reírse del cambio de facciones que hacía pero por "respeto" no lo hizo.
-¿porqué tanto como sempai o tú se ponen tan severos cuando menciono el tema? -hizo caso omiso a la pregunta anterior y fue directo al grano, ganándose otra mirada intensa por parte del rubio.


Hubo un momento de suspenso en el cual debió pasar mas o menos 10 o 15 minutos, Jill se echó para atrás en su silla y suspiró pesadamente, le hizo un ademán con la mano a su sirviente para que se llevara al ilusionista de Varia lo mas lejos de su persona, así concluyó la visita al hermano de Bel.


-¿porqué el príncipe clon podrido me echó? -era su última pregunta en esa casa hacia el mayordomo ya que estaba a punto de tirarlo cual saco de papas.
-porque a Jill-sama no le gusta hablar de ese tema con nadie -fue toda la explicación de Olgert.
-pero pensé que me diría si era algo que molestaría a Bel-sempai.
-no solo a Belphegor le incomoda el tema
-¿porqué?
-no te lo voy a decir.
-¿porqué?
-porque es algo que solo a Jill-sama y Belphegor les concierne.
-¿porqué?
-son los del problema
-¿porqué?
-porque sus ojos no son comunes...¡!


Olgert: 0 Fran: 1
Consiguió algo de la manera difícil tal parece.


-¿entonces sí están podridos? -todavía insistía con lo mismo.
-no están podridos, ¿realmente quieres saber o te quieres burlar?
-de ese clon no, de Bel-sempai...quizás, bueno, no -tuvo que cambiar rápidamente su modo de pensar si quería llegar al fondo del misterio.


Olgert suspiró por la forma de ser del niño, pero se resignó a tener que contarle si no jamás lo sacaría de allí, y comenzó su relato.
.  .  .

Continuará...

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