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Tu lugar dentro de la oscuridad, como la inocente claridad

jueves, 15 de diciembre de 2011

fanfic proyecto 1: B26 parte II

Bien! he vuelto para continuar el fic que dejé a medias en la 2da entrada (o no sé cual era) así que disfruten n_n :
.  .  .
Olgert POV:

Hacía ya unos años que Belphegor y Jill-sama habían olvidado fue, que cuando tenían 6 años ambos perdieron la vista, bueno -se autocorrijió- en realidad quien perdió la vista fue Belphegor, Jill-sama había nacido sin ésta -el desconcierto que tenía Fran se describía en toda su cara pero el mayordomo prosiguió sin importarle. -y para que Jill-sama pudiese tener vista tuvieron que someterle a una operación un tanto chocante, donde al obtener la vista los doctores hicieron un mal trabajo al cicatrizar las heridas que le habían hecho y decoloraron sus ojos hasta quedarse sin color alguno. Con otra operación le regresaron, por decirlo de algún modo, el color pero los tintes que usaron se combinaron con el color original y obtuvo un singular color de ojos, como una heterocromía. Con Belphegor ocurrió lo mismo, tras perder la vista en un accidente.

. . .

-Oh, ya veo -mintió el chico rana, con un aburrimiento visible en su rostro. -así que ése era todo el misterio con lo de los ojos del Bel-sempai y su hermano podrido -hizo énfasis en la palabra subrayada, para hacer notar su decepción.
-¿que esperabas? -inquirió el moreno.
-la verdad -pausó unos segundos. -creía que sería una historia mas interesante ya que siempre Bel-sempai sale corriendo cada que le pregunto por ese tema, de haber sabido...
-ellos no comentan nada de su visión porque se sienten avergonzados.
-¿avergonzados porqué? ¿los colores que tienen en los ojos no les favorece? -se rió con sorna de su comentario (y por risa se puede entender a una mueca hecha que parece una sonrisa). -ya me imagino.
-eso no tiene nada que ver con el motivo -le reprendió Olgert, llamando la atención del chico quien hizo una expresión en su rostro diciendo: "¿entonces que?" -tras esas operaciones, su madre Cecyl, les negó como sus hijos y a pesar que no tenía ningún derecho a tal cosa, prefirió divorciarse y olvidarse de todo lo relacionado a ellos, según esto porque ese tipo de ojos, los de ambos, se relacionaban con el demonio. Eso debió dar motivos a Belphegor de asesinar a toda su familia.
-lo de asesinar a su familia era algo que ya tenía en mente al cumplir los 15, tan solo buscaba un pretexto para sacar a relucir su demencia. -confesó el ilusionista, que hacía días le había recitado lo mismo su sempai. -además que el nombre de "Belphegor" ya es de demonio, eso hace a la madre de sempai una estúpida por no darse cuenta de ello antes. -espetó y añadió. -entonces era todo lo que quería saber, vaya a hacer como que trabaja para el señor podrido. -fue todo lo que su voz cantarina dijo y se marchó de un salto, sacando de quicio también a Olgert.

En su camino de regreso a la guarida Varia iba pensando en todo la información que le sonsacó a Olgert, y acerca del tema del color de ojos, es decir, ¿qué tan mala puede ser la heterocromía? ni que fuese algún embrujo maldito o algo por el estilo, de ser así estaba seguro de que Bel estaría orgulloso de presumir. Entonces... ¿es todo lo contrario y en realidad son colores de Dios, el Cielo y todo eso de la religión? en ese caso se estaría quejando de eso durante toda su vida. Entonces no entendía al desgraciado de su sempai y sus aires de misterio tras esos ojos que le perturbaban la paciencia, sin duda al llegar a casa lo acorralaría hasta hostigarle sólo para saber el color de ojos que tiene, trataba de ver en su mente que podría ser la causa del motivo por el cual su sempai no le revelaría su rostro, sea cual fuese la razón le tenía entusiasmado y emocionado (es lo único divertido que hay que hacer últimamente).

Llegó y como de costumbre no dijo ni pío para hacer acto de presencia hasta que algún miembro lo viese y se diese el susto de su vida al ver, que hacía unos minutos no había nadie, se da una vuelta y al volver la vista se topa con el reemplazo de Mammon viéndole fijamente. Después de esa travesura se aventuró en la habitación de Bel y al notarlo dormido, con suma parsimonia y delicadeza (lo zarandeó) lo despertó.

-sempai... -dejó colgando la palabra con un tono mas y mas chirriante para despertarlo, por lo que consiguió mas bien desesperarlo, una vez logrado el objetivo se apresuró a decirle. -¿tiene colores feos en sus ojos?
-¿eh? ¿ahora a qué te refieres, rana? -se incorporó una vez que el resto de la habitación le dejó de dar vueltas por la vista repentina.
-sus ojos -volvió a insistir. -ya me dijeron que no son normales pero tenga en cuenta que dentro de Varia lo normal toma muchas formas, y usted ya de por si está desquiciado, no creo que sus ojos tengan algo que ver. -aunque la intención de Fran era hacer sentir bien a su sempai, cada palabra iba logrando el efecto contrario.
-al grano rana, ¿quien, donde y porqué te lo dijo?
-el mayordomo de su hermano en casa de ese y porque yo se lo pedí -soltó sin complicaciones.
-¿porqué?
-porque quería saber lo que me ha estado ocultando.
-¿porqué?
-porque es justo que me lo diga
-¿porqué?
-porque me preocupa...¡!

Fran: 0 Bel: 1 / en alguna parte Olgert debe estar diciéndole un gran "¡JA!" por eso, el karma es el arma mas letal dentro de la moral.

Bel no pudo evitar componer una sonrisita por la ternura de su kohai, aunque de expresión gélida, sin duda de corazón tibio, pequeño y ranoso, de inmediato Fran se puso a la defensiva, dando cualquier otra excusa que obviamente no encajaba en la oración ya expresada.

-lo que quiero decir... es que solo yo puedo hacerlo sentir mal.
-mientes, ushishishi
-entonces, ¿me mostrará sus ojos? -¿se nota la desesperación que tenía por cambiar de tema?
-sólo prométeme que a nadie le dirás lo que estás a punto de ver, ¿entendiste?

El menor cabeceó afirmativamente y con suma lentitud, entonces tras un suspiro comenzó a recogerse el cabello del rostro, dejando poco a poco su rostro al descubierto. Lo que Fran vio no lo podía creer, había abandonado su expresión monótona que siempre tiene para colocar una de sorpresa, no era susto o burla lo que podría describirse en su faz, si no, una admiración ante esos ojos que por fin conocía. Eran anaranjados de la parte superior y al descender cambiaban de matices hasta quedar en un morado lavanda, tal combinación tan ficticia e impresionante hacían esos colores un verdadero deleite al verlos.

Bel se tomó su tiempo para permitirle al otro ver y aprenderse esos colores para luego volver a cubrirlos en su larga y rubia cabellera, para decepción de Fran.
.  .  .Continuará...

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